La placa dental o dentobacteriana, está formada por gérmenes dañinos que de forma natural se adhieren a la superficie de los dientes. Estos se encuentran en la boca y se pegan a los dientes y cuando existen factores especiales como la presencia de azúcares, esta placa de microorganismos se activa y provoca caries dentales y otros enfermedades de las encías.
La placa dental difícilmente puede ser vista, a menos que esté teñida. Se la puede colorear al masticar unas tabletas rojas "reveladoras" que se venden en las farmacias, con betabel o con el uso de colorantes verdes para comidas. El color rojo o verde, que mancha y se impregna en los dientes, indica dónde está adherida la placa, lo que es útil para seguir cepillando ese sitio hasta removerla.
Un signo de la existencia de placa dentobacteriana, son las encías rojas, hinchadas o sangrantes. Si la enfermedad de las encías es ignorada, los tejidos que mantienen a los dientes en su lugar se alteran y pierden su capacidad para retenerlos, por lo que los dientes pueden llegar a caerse.
La placa dental difícilmente puede ser vista, a menos que esté teñida. Se la puede colorear al masticar unas tabletas rojas "reveladoras" que se venden en las farmacias, con betabel o con el uso de colorantes verdes para comidas. El color rojo o verde, que mancha y se impregna en los dientes, indica dónde está adherida la placa, lo que es útil para seguir cepillando ese sitio hasta removerla.
Un signo de la existencia de placa dentobacteriana, son las encías rojas, hinchadas o sangrantes. Si la enfermedad de las encías es ignorada, los tejidos que mantienen a los dientes en su lugar se alteran y pierden su capacidad para retenerlos, por lo que los dientes pueden llegar a caerse.
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