Los hidratos de carbono constituyen el sustrato ideal para que las bacterias se multipliquen dentro de la cavidad oral, pero son los azúcares simples los que representan un peligro mayor, como es el azúcar de mesa.
Además hay ciertos alimentos que nutren a las bacterias que producen caries haciéndolas aún más peligrosas. Hablamos de alimentos pegajosos o adhesivos como los caramelos masticables con dulces y almíbar. Estos tienen un gran poder cariogénico, ya que permanecen más tiempo en contacto con nuestros dientes. Tambien, los alimentos consumidos entre horas (fuera de las comidas principales) dañan en mayor grado el esmalte dental. Ya que, durante las comidas principales lo que comemos arrastra los azúcares hacia el estomago, por tanto no queda tanto residuo en los dientes, no sucede lo mismo con lo que consumimos entre horas. Por tanto, se debe tener mucho cuidado con el tipo de alimento que comemos en esos momentos.
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