Los infantes alimentados con fórmula preparada con agua fluorada tiene un alto riesgo de desarrollar dientes manchados (fluorosis) de acuerdo a un estudio reciente. La Asociación Dental Americana (ADA) ya ha advertido a los dentistas sobre este hecho desde 2006, pero el Ministerio de Salud de Nueva Zelanda no ha hecho nada por hacerlo del conocimiento de los cerca de dos millones de neozelandeses que viven en comunidades con suministro de agua fluorada.
El estudio de Levy y col., publicado como artículo de portada por el Journal of the American Dental Association cover story (Octubre 2010), confirma estudios anteriores del mismo autor, en los que se demostraba que “La ingesta de flúor durante cada uno de los primeros cuatro años de vida es individualmente significativa para la presencia de fluorosis en incisivos centrales superiores, siendo el primer año el más importante,” y que “las fórmulas infantiles reconstituidas con agua con alto contenido de flúor proveen entre 100 y 200 veces más flúor que la leche materna o la leche de vaca.”
Dos estudios sobre salud dental realizados en Nueva Zelandia muestran que no hay diferencia en las tasas de caries dental entre las regiones con agua fluorada y las que no tienen agua fluorada, pero que alrededor del 30% de los niños en las áreas con agua fluorada tienen alguna forma de fluorosis dental, lo que es el doble de la tasa que se presenta en las áreas sin fluoridación.
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