Alrededor de 20 millones de estadounidenses visitan anualmente a un odontólogo pero no a otro proveedor general de salud; esta información apareció en un estudio de la Universidad de Nueva York publicado el pasado 15 de diciembre en el American Journal of Public Health.
El estudio, realizado por un grupo de investigadores provenientes de enfermería y odontología de la NYU, es el primero de su clase que determina la proporción de ciudadanos que son atendidos por un odontólogo pero que no visitan durante el mismo año a otro médico o proveedor general de salud.
Este hallazgo sugiere que los profesionales de la salud oral pueden jugar un papel importantísimo en la identificación inicial de enfermedades sistémicas, que de otra forma pasarían inadvertidas en una parte significativa de la población, dicen los investigadores.
Durante un examen dental rutinario, el odontólogo y la higienista oral pueden, como proveedores profesionales de salud debidamente entrenados, realizar una historia clínica amplia, tomar la presión arterial y usar la observación clínica directa y otras pruebas clínicas sencillas para detectar riesgos de condiciones sistémicas, como la diabetes, la hipertensión y enfermedad cardíaca. Además mucahs de estas enfermedades presentan sus primeras manifestaciones en la cavidad oral.
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