Se ha encontrado a través de encuestas que entre un 13 y un 24 por ciento de las personas tienen miedo de ir al odontólogo. En la mayor parte de los caso, la ansiedad dental es desagradable pero no interfiere con la salud. Sin embargo, en las personas con miedo severo, éste puede ser tan intenso que pueden cancelar citas, posponer la búsqueda de ayuda y terminar necesitando tratamientos mucho más extensos, más invasivos y más dolorosos, cumpliendo entonces con los criterios de la fobia específica.
Aunque algunos medicamentos como el diazepam (Valium) y el lorazepam (Ativan) pueden ayudar a reducir la ansiedad, su uso resulta más efectivo cuando se administran en conjunto con varias estrategias cognitivas, educacionales y conductuales, especialmente aquellas que ayudan a que el paciente adquiera un sentido de control en situaciones en las que puede sentirse totalmente desprotegido. Estas técnicas son fáciles de aprender, mejoran con la práctica y pueden ser combinadas durante la cita.
Aunque algunos medicamentos como el diazepam (Valium) y el lorazepam (Ativan) pueden ayudar a reducir la ansiedad, su uso resulta más efectivo cuando se administran en conjunto con varias estrategias cognitivas, educacionales y conductuales, especialmente aquellas que ayudan a que el paciente adquiera un sentido de control en situaciones en las que puede sentirse totalmente desprotegido. Estas técnicas son fáciles de aprender, mejoran con la práctica y pueden ser combinadas durante la cita.
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